martes, 27 de noviembre de 2007

De mi amigo Enrique Urrea

Conozco un tipo en Cantoria,
que de niño yo trataba
y solo se sustentaba,
de tizón de carbonillas,
que en la Estación de la Villa
'El Frutero' defecaba.
Y como el tiempo pasaba,
Carbonillas fue Carbón.
Tuvo una especie de ardor
y consultó a una adivina
por aquellas rescoldinas.
Y la tía le recetó
mandándole de inmediato,
tres kilos de Carbonato,
siete veces por semana;
y el Antoñico Fiñana,
sin discutir los tomó.
¡¡Qué cruel esa tisana
de la maldita gitana!!.
Antonio estaba opilao;
¡mismamente que preñao!
Pero el Antonio Fiñana,
a la siguiente semana,
dio un regüeldo y se curó;
el chico se desinfló
y to el que había murmurao,
que Antonio estaba preñao,
al verlo así, tal delgao
se pensaron que abortó;.
y como gato escaldao
de esta forma se expresó:
¬ Aunque en lengua castellana
me llamo Antonio Fiñana,
es más sano y más barato,
que me llamen carbonato.
Saludos cordiales del Juglar del Rio Almanzora

1 comentario:

Enrique urrea dijo...

ANECDOTARIO CANTORIANO

Para mi buen amigo, Vil Carbonato Sádico

¡¡¡Peligro, Los Llamas!!!

En la puerta del “CHOCHETE”
antes de dar la señal
de abrir fuego a discrección
ya no resistían más,
tuvieron la tentación,
el Joaquín y el Pedro Llamas,
de tirar cien carretillas
por sacar de sus casillas
a las dos hermosas damas;
son dos vistosas chiquillas
la Lorenza y la Millana.
YBaltasar les reclama
a los dos hermanos Llamas
con su bastón levantado:
-- ¡Pudìsteis haberlas quemado
a Lorenza y a Millana!
puesto que no está blindado
y aún yo no había colocado
protección en la ventana.

¡Cristino! Punto y aparte

Cristino observaba atento
desde el balcón de JUANITA
junto a la bella CRUCITA,
este singular evento.
El acoso a las manchegas
con riesgo de colisión
lo obligo a abrir la falleba
el susodicho balcón.
y con un grito tremendo
se expresó de este tenor:
-- ¡¡¡Pedro!!! ¡¡¡¡Joaquín!!! ¡¡¡Animales!!!
¡¡¡Cesen los artificiales!!!
¡¡¡que estoy ahito,
de tanto carretilleo y tanto grito!!!
Viendo los Hermanos Llamas
A Cristino allí enojado
el Joaquinito le exclama:
- Cristino, me has cabreado,
mete p’a dentro el cogote
que te chamusco el bigote.
Pedrito tenía una curda
enormemente tremenda,
y al no tener mano zurda,
es decir, la mano izquierda,
exclamó:
- ¡¡¡Cristino, vete a la mierda!!!
¡¡¡Cuyons!!!
Una hierática sonrisa le asomó
crujir y rechinar de dientes.
lo pusieron bien caliente,
luego recapacitó.
Recompuso su camisa;
habia cesado la risa
porque estaba cabreadete,
se subió su pantalón,
acomodó su paquete,
y Cristino, con decoro,
hizo mutis por el foro.
Ya todo se ha subsanado;
doña Cándida y Millana,
su Lorenza y Baltasar,
los cuatro por la ventana,
ven a San Antón pasar
y Cristino, ya calmado
los perdonó de verdad
y aunque se empeñen Los Llamas
en llegarlas a quemar,
a Lorenza y a Millana,
ya no lo conseguirán,
pues p’a evitar ser quemados
Baltasar les ha instalado
un magnifico alambrado
que les da la impunidad

Luego, más de Baltasar
Baltasar El Carpintero
terno negro, bien planchado,
con bastón y con pañuelo,
afeitado y perfumado,
pipa, gorra y unos guantes.
un caballero elegante.
que glosaré más adelante.
Os remito a la ampliación
con uno versos demás
de la exacta descripción
del ínclito Baltasar.
refinada educación,
dechado de urbanidad,
que merece mi atención
por lo amable y servicial.
Sírvete pues consultar
la parte correspondiente
de “Apuntes Para La Historia
De La Villa De Cantoria”
(Pagina 15 y siguiente)
que a bombo, platillo y tambor
se expresa de este tenor:

El Dandy Baltasar

BALTASAR EL CARPINTERO
ya en mi PREGÓN mencionado.
con carácter muy sucinto
(vease página 5)

Mañoso briicolajero,
mecenas de unas manchegas,
que aquí se habian instalado.
Baltasar montó un harén.
Cuando al Harén arribaba,
él como Eunuco actuaba.
A modo de posaderas
tenía enormes cartucheras
y por tal buena razón
y su manera de ser,.
él está catalogado
y también homologado,
en tan singular Taxón.
Terno negro, bien planchado,
sin mota de aserrín ni polvo;
obeso, o sease, gordo;
bastón con puño plateado,
vistosa y blanca bufanda
de rico satén de holanda,
puesta al cuello con cuidado;
que oculta el nudo abrillantado
de su vetusta corbata
ya que nunca lo desata,
pues rehacerlo es complicado.
Pitillo de marca inglesa
en su pipa colocado;
al ser calva su cabeza,
gorra negra por tocado,
en sus pies, negros botines
brillantes y bien lustrados,
sobre negros calcetines
sin tomates ni zurcidos,
sin rotos ni descosidos,
sencillamente, flamantes.
En sus manos calza guantes,
en rica piel de cabritilla
a hombros, en espaldilla,
con displicente acomodo,
elegante sobretodo
de paño de Cachemir
y cuello de terciopelo
que invitaba a presumir
que el no llevarlo abrochado
-al menos yo recelaba-
no por moda ni modelo,
era porque había engordado,
pues aquella economía,
a muy pocos permitía
renovar su guardarropa
y menos, a los de “garlopa”.
Un caballero impoluto,
viste en negro y no es por luto,
solo porque es elegante,
porque la etiqueta manda
que en sustitución del frac,
traje negro y nada más.
« Ne pas plus, soulement noir »
«Ouí, merci, C’est trè bien »
Perdonad sea machacón
pero a mi nadie me quita
que es bastante…m...sibarita;
por ser harto…m….elegantón
y a suponer nos invita
eso que su apodo indica
sin que sea murmuración,
pero…..su mirada es lánguida,
su voz, queda y melodiosa…
Su trato es puro deleite,
perdoneme, doña Cándida,
la deducción es odiosa:
¡¡Que Baltasar pierde aceite!!.
Que vamos a hacer, mujer,
yo no le quise ofender.
Esto no es mala intención,
lo digo sinceramente
y que me perdone Dios,
pero resulta evidente.
que es un tanto…..¡¡m…..!!
(con perdón)

Los Chafardeos de Cecilio

Ahora voy a contar
que el Sr. Padilla Mesas,
me ha informado una sorpresa
del amigo Baltasar.
Fué al casino a ver jugar
los del poker o tresillo,
(que más dá)
El estaba habituado
a sentarse solazado
(sin gastar)
colocado en un rincón
fumándose un cigarrillo
en calidad de mirón.
Es cierto, que Baltasar,
en los altos del casino
se llevó una bofetá
que no iba para él,
pues iba para Avelino
por oír la BBC.
El Avelino era ‘Rojo’
y el Ignacio,’ Nacional’,
se miraban de reojo,
se tiraban a matar.
Por culpa de las noticias
se llegaron a enzarzar,
por poquito si se lisian,
los dos querían escuchar:
uno oir la BBC,
otro Radio Nacional,
y el Chochete consternado
porque Andorra habían quitado,
y solo había un heterodino
en el salón del casino;.
El Teodorín comprobaba
que estaban acalorados,
más porque no se liaran
a hostias esos malvados,
puso fin al altercado
requiriendo al cabo Prados.
- Voy, Teodorín, espera.
y presto llegó al casino,
subiendo por la escalera
como si fuera un felino
que se le escapó el ratón.
Mientras Baltasar bajaba,
entraron en colisión..
Pensando que molestaba,
Baltasar se arrinconó
propiciando la avanzada;
Baltasar hizó el bastón,
para que no tropezara;
Prados creyó que atacaba,
y el Cabo no lo pensó,
antes de que reaccionara,
¡¡¡ qué par de hostias le dió !!!
Según Cecilio me cuenta
lo puso mirando a Cuenca.
Por efecto del impacto
Baltasar se desmayó,
Baltasar cayó en el acto,
se quedó medio asfixiado;
a más, por añadidura
se tragó la dentadura
y la pipa se comió
quedándose atragantado;
tenía un ojo bien morado,
habia perdido el bastón,
y se quedó desarmado;
su boca estaba maltrecha
y además estaba hinchada,
en el pómulo una brecha
y en la oreja una tajada
Mirándolo bien, con calma,
los labios, así abultados
cual la Duquesa de Alba,
la gorra se había volado
quedando al aire su calva,
mas la honra estaba salva
porque en tal maltrecho estado
no lo viera doña Cándida.
Y con una voz muy lánguida
exclamó medio difunto:
- ¡¡ Cabo, perdón, me ha matado!!
Yo hice gratis al cuartel
mesas, sillas y anaquel
y nunca nada he cobrado,
por favor, perdóneme.
- ¡¡Ponte firme desgraciado!!
y mañana a las ocho en punto,
preséntate en el cuartel
que me voy a dar el gusto
de darte otras ocho o diez.
¡¡Ya estoy hasta los cojones
de chulos y maricones!!

Mientras tanto el Avelino
raudo como una centella
esfumose del casino.
sin dejarse rastro ni huella,
con un sigilo perfecto,
ya que siendo ‘desafecto’.
si el Cabo Prados se emperra
en que hay motivo o razón,
le hace un Consejo de Guerra
y lo lleva al paredón
a hacer guardia a ‘Los Luceros’,
y mientras si o mientras non,
reclama al ‘maestro armero’.

El Ignacio acorralado,
quiso escapar por un lado;
pero no lo pudo hacer
puesto que Prados avanzaba,
y el Cabo lo podía ver
al batirse en retirada
así es que quedó cercado,
no tuvo otra solución,
que reaccionar de momento
saludando brazo en alto:
- ¡¡Arriba España, sargento!!
¡¡Soy Jefe del Movimiento!!.
Prados llevó un sobresalto,
por causa de aquel ascenso
- “¡Soy Comandante de Puesto!”
que es mucho más que sargento.
- “¡Comandante, está en lo cierto!”
y el Ignacio, de momento,
se libró del estacazo,
y ya una vez despejada
la vía de evacuación
inició la retirada,
salió que se las pelaba;
acabóse la cuestión,
y aquí no ha pasado nada,
Fíjate la que se lía
por pertenecer a un bando.
Imagina que sería
si te cazan escuchando.

Como habia llegado el Cabo,
ya no se seguía jugando.
Ceciliio ligó jugada
al llegar el Cabo Prados,
los naipes ya estaban dados
y las apuestas cruzadas
¡vaya, coño, que putada!
el Cabo no se iba fuera
que es más malo que un dolor;
y amargo como la tuera.
Leles ligó una ‘Escalera’
Cecilio tenía ‘Color’
pero el cabo lo miraba
Cecilio se demudaba,
Prados le quería pegar
(por culpa de Baltasar
que es un gafe de mirón).
Cecilio es de armas tomar
y bastante socarrón
y antes que el Cabo le atice
con esos ojos de pillo
el, de pronto va y le dice
tocándose el bigotillo:
- “¿Le apetece a usted jugar
unas manos de ‘Tresillo’?
y con cara de inocente
Cecilio le insiste más
- ¿Es que se va usted a marchar?
- ¿Es que ha venido el Teniente?
sientese usted, ‘mi Primero’,
usted y yo de compañeros,
los vamos a desplumar
El Cabo era un cazurro,
con mente de guardia raso
con gafas ‘culo de vaso’
no veía siete en un burro.
- Jugar me importa un carajo,
Alguien me ha dicho que tú,
¡Cecilio de los cojones!,
escuchas las Estaciones
de Radio Praga y Moscú.
- ¿Quéé me diice?, ¿Yoo? ¡Que va!
solo escucho Radio Andorra
y el parte en la Nacional.
- Si me huelo la tostada
que usas una coartada
para oir las clandestinas
no me andaré con pamplinas,
que yo tengo mal talante;
yo te llevo por delante,
y vosotros lo veréis,
porque le aplico la “Ley
de Vagos y Maleantes”
# # #
¿Cuándo va ha llegar el día
que podamos convivir
toda la ciudadanía
haciendo ya tabla rasa
con curas, con policias,
Guardia Civil, Fiscalía
con Abastos y con el SIM.?
Menos mal que ya ha pasao
porque yo tengo razones
pa estar hasta los cojones
de ‘azules’ y ‘coloraos’,

Fragmentos de las obras
PREGON DE FIESTAS DE SAN ANTON
y
APUNTES PARA LA HISTORIA
DE LA VILLA DE CANTORIA


Por El Juglar del Rio Almanzora
Juglar Fluminis Almanzorensis